A propósito de los festejos navideños, hemos creado una adaptación navideña de la historia “Mi amiga la iguana”, para seguir promoviendo el cuidado y conservación de todos los parientes de Juliana la Iguana…

En Ecoparque Don Arcelio nos preocupa la conservación de especies como la iguana verde y por ello hemos creado todo un programa de protección a esta especie. Durante los recorridos, invitamos a los visitantes a que conozcan más sobre estos hermosos animales a través del cuento “Mi amiga la iguana”.

Adaptación Navideña del Cuento: “Mi amiga la iguana”.
Preparativos para la Cena Navideña de Juliana la Iguana

Erase una vez…

La iguana Juliana está muy emocionada por recibir a su familia esta Navidad para cenar. Ha invitado a todas las iguanas del país. Su abuelo siempre le contaba historias de cómo su especie había nacido en las zonas tropicales de América y estaba muy emocionada por conocer a todos sus parientes.

Ya estaban casi listos los preparativos cuando Ramón, el esposo de Juliana, le pregunta:

-Oye amor, ¿Será que el tío Jaime nos visita?

-Sí -contestó ella – ya me ha confirmado.

-Que buena noticia, es un tipazo y cuenta los mejores chistes.

-¡Ja! Es verdad ya quiero verlo, dijo Juliana, es el que tiene además la papada más grande de toda la familia

-Verdad, es que no todas las iguanas tienen papada, y menos como la del tío Jaime, aunque es más común en nosotros los hombres que en ustedes -dijo Ramón. (Ambos rieron recordando al tío Jaime)

-¡Vaya! Ramón, creo que tendremos la mejor cena de Navidad de todos los reptiles, pero aún faltan muchas cosas. Mira, yo ya he elegido los troncos donde vamos a reposar la comida y dormir como tanto nos gusta. Tu, .mientras termino de alistar a nuestros pequeños, porque no vas a conseguir algunos cogollos y flores extras para la cena.

-Juliana -contestó Ramón- ¿no habrá forma de mandar a la tía Paty? Es que, quiero ensayar algunos villancicos para entretener a la familia.

-Imposible, la tía Paty acaba de tener sus huevos y está cuidándolos para mantenerlos calientitos.

-Ni hablar, trataré de no tardar

-Ve con cuidado y ponte atento a los depredadores

-No te preocupes recuerda que las iguanas tenemos una súper visión.

El deseo Navideño de Juliana

Mientras, Ramón emprendía viaje en busca de comida, Juliana empezó a peinar a su hija, Juliana. las espinas que recorrían su espalda desde la cola hasta la cabeza. Mamá Juliana decía:

-No te muevas, que no ves que puedo lastimar el tímpano y de plano dejarte sorda.

-Mami, yo no sabía que eran tan importantes nuestras oidos. ¡Los otros animales en la escuela piensan que yo no tengo!

-¡Solo porque no las ven! Porque están bien protegidas dentro.

-¡Oh! Mami, y que es esta cosa que tenemos en el cuello que parecen espinas.

-Bueno bebé, no son espinas son escamas tubulares por eso su forma de pico, es lo que nos distingue de otros lagartos. ¿Estas emocionada por la fiesta?

-Mucho, ya quiero jugar con mis primos.

Mientras terminaba, Juliana, de peinar a su hija rápidamente llegó Ramón, diciendo tener todo listo para la celebración.

Uno a uno, comenzaron a llegar los invitados. Juliana tenía una vara para medir el largo de su familia y asignarle el mejor tronco disponible. Las iguanas más chiquitas median apenas 10 cm, mientras que, el tío Tomás medía 1 1/2 enormes metros de los cuales ¡1 metro eran pura cola!

¡La fiesta fue de maravilla! Ramón cantó villancicos, todos se intercambiaron regalos y como ya es tradición la anfitriona dijo unas palabras al concluir la noche:

“Querida familia, gracias por su grata compañía. Les deseo a todos una Feliz Navidad y un próspero año nuevo.
Unamos nuestros deseos para que los humanos enseñen a sus niños a cuidarnos y respetarnos, que ya no vengan a querer comerse nuestros huevos y que los niños ya no piensen que somos un juguete para tirarle piedras. A nosotros, ellos, nos caen de maravilla y queremos compartir con ellos y las otras especies este maravilloso planeta. Ojalá que el próximo año tengamos mucha paz y felicidad”

Todos aplaudieron con las colas, se dieron un abrazo afectuoso, tomaron un tronco para dormir y esperar a Santa Iguana-Claus.

FIN

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